Lección 21









Lección 21: Estoy decidido a ver las cosas de otra manera.

Estar decidido a ver las cosas de otra manera es querer cambiar tu manera de ver porque quizás no sea la correcta. En vez de ver todo lo que ves como distinto a ti, puedes entrenar tu mente a aceptar todo lo que ves como parte de ti. Cuando rechazas alguna parte de ti pierdes la paz, cuando aceptas todo como parte de ti, sin juzgarlo, recuperas la paz.

No sientes paz porque tu mente-ego se aferra a imágenes de un pasado ilusorio, un pasado que no has perdonado y que, por lo tanto, no puedes olvidar. Lo ideal es recordar únicamente los recuerdos felices y amorosos y soltar el resto, pero el ego prefiere aferrarse a esos pensamientos errados, hasta que algo en tu presente "despierte" esos recuerdos y se transformen en pensamientos de ataque, pensamientos que, como dardos, serán proyectados en tu presente. Es tu ira la que hace que rechaces esos pensamientos, no importa su intensidad, quieres ver esas imágenes "fuera" de ti porque piensas que no son parte de tu mente, y eso es lo que ves, a esas imágenes (que tú mismo has fabricado) atacándote. Lo que rechazas te rechaza porque todo sucede en tu mente. 

Tu mente es como un gran espejo en el que todo lo que ves eres tú, pero la mente-ego, la mente errada, cree que todo lo que ve es alguien más, porque da valor a las apariencias, a lo ilusorio, en vez de a la Esencia, a lo que en verdad Eres. Tu mente-ego niega que sólo haya UNO, por eso no puedes verte. Sólo ves ilusiones, sólo ves lo que quieres ver. Ves tu "realidad", la "realidad" que tú mismo te construyes de tu pasado ilusorio, y cuando alguna imagen de ese pasado la rechazas, te parece que algo o alguien del mundo te rechaza y te ataca. Es así como la mente-ego no ve el momento presente. 

Ahora empiezas a plantearte que quizás has estado equivocado, si cambiar tu manera de ver te va a dar paz ¿no querrías intentarlo?  Necesitas buscar esos recuerdos en tu mente que no has perdonado para verlos de otra manera y evitar así que tu mente-ego los proyecte y alteren tu paz. Dite a ti mismo que estás dispuesto a ver las cosas de otra manera. Permanece en silencio, estás con el Amor, sondeando tu mente a la búsqueda de esos recuerdos. 

Observa esas imágenes ¿Qué sientes? ¿Sientes algún grado de ira? ¿Admites que ya no sientes paz?, entonces, recuérdate a ti mismo que estás dispuesto a ver las cosas de otra manera, quizás has estado equivocado, quizás has visto esos recuerdos como algo ajeno a ti, quizás crees que esas imágenes que recuerdas de otras personas o situaciones te han hecho algo a ti, pero eso no es verdad, tú eres el soñador del sueño, tú eres causa, tú decidiste que esas personas o situaciones hicieran lo que hicieron porque tú lo soñaste así. No hay culpables porque nada de eso es real. En cuanto seas consciente de que esto es así tu ira se disolverá como humo.

Tu pasado no tiene poder sobre tu presente, tu pasado no tiene poder sobre tu paz. El Amor es tu poder, ES lo que tú Eres. Cuando sueltas el pasado te liberas, cuando sueltas la idea de que esas imágenes transmiten la verdad, te liberas, porque dejas de dar valor a lo que no es verdad.

Esta lección te ayuda a fortalecer tu decisión en tu mente, para que recuerdes rápidamente, en momentos en que pierdes la paz, que puedes ver eso de otra manera.

"...nadie puede organizar su vida sin un sistema de creencias. Una vez que has desarrollado un sistema de pensamiento, sea cual fuere su clase, riges tu vida de acuerdo con él y lo enseñas. Tu capacidad para ser fiel a un sistema de pensamiento podrá estar mal ubicada, pero aun así es una forma de fe y se puede canalizar en otra dirección. " UCDM

"¿Cómo se superan las ilusiones? Ciertamente no mediante el uso de la fuerza o de la ira, ni oponiéndose a ellas en modo alguno. Se superan dejando simplemente que la razón te diga que las ilusiones contradicen la Realidad. Las ilusiones se oponen a lo que no puede sino ser verdad." UCDM


Nuestro pequeño consejo resultado de nuestra experiencia:
Toma el libro de texto y ábrelo al azar, o si lo tienes en PDF, desliza el ratón por el cursor al azar. Allá donde se detenga, eso es lo que el Espíritu Santo/Jesús te aconseja poner atención. Aunque quizás no te lo parezca, te ayudará en la práctica de la lección de hoy. ¡Disfruta!


La idea de hoy es obviamente una continuación y ampliación de la anterior. Esta vez, sin embargo, además de aplicar la idea a cualquier situación concreta que pueda surgir, son necesarios también períodos específicos de búsqueda mental. Se te exhorta a que lleves a cabo cinco sesiones de práctica de un minuto completo cada una.

Inicia las sesiones de práctica repitiendo la idea en tu interior. Luego cierra los ojos y busca con minuciosidad en tu mente aquellas situaciones pasadas, presentes o previstas que susciten ira en ti. La ira puede manifestarse en cualquier clase de reacción, desde una ligera irritación hasta la furia más desenfrenada. El grado de intensidad de la emoción experimentada es irrelevante. Te irás dando cuenta cada vez más de que una leve punzada de molestia no es otra cosa que un velo que cubre una intensa furia.

Trata, por lo tanto, durante las sesiones de práctica, de no dejar escapar aquellos pensamientos de ira que consideras "insignificantes". Recuerda que no reconoces realmente qué es lo que suscita ira en ti, y nada de lo que puedas creer al respecto tiene significado alguno. Probablemente te sentirás tentado de emplear más tiempo en ciertas situaciones o personas que en otras, sobre la base falsa de que son más "obvias". Esto no es cierto. Es meramente un ejemplo de la creencia de que ciertas formas de ataque están más justificadas que otras.

Al escudriñar tu mente en busca de todas las formas en que se presentan los pensamientos de ataque, mantén cada uno de ellos presente mientras te dices a ti mismo:

Estoy decidido a ver a ___ [nombre de la persona] de otra manera.
Estoy decidido a ver ___ [especifica la situación] de otra manera.

Trata de ser tan específico como te sea posible. Puede, por ejemplo, que concentres tu ira en una característica determinada de alguna persona en particular, creyendo que la ira se limita a ese aspecto. Si tu percepción sufre de esa forma de distorsión, di:

Estoy decidido a ver ___ [precisa la característica] de [nombre de la persona] de otra manera.





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