Los Regalos de Dios
El Final del Sueño
Las ilusiones se construyen como sustitutos de la Verdad, para la cual ningún sustituto es posible. El Creador separado de la creación fue la primera ilusión, donde todos los regalos del miedo nacieron. Pues ahora la creación no puede ser como su Creador, Que nunca podría abandonar Lo que Él Mismo creó como parte Suya.
Ahora debe haber un sustituto para el Amor, que no puede tener verdaderamente un opuesto, y siendo todo, no puede tener ningún sustituto. Así se hizo el miedo, y con él vino la necesidad de regalos para prestar sustancia a un sueño en el que no hay sustancia. Ahora el sueño parece tener valor, pues sus ofrecimientos aparentan ser esperanza, fuerza e incluso amor, aunque sólo sea por un instante. Ellos contentan al asustado soñador por un rato, y no le dejan recordar el primer sueño que los regalos del miedo le ofrecen de nuevo. El aparente consuelo de los regalos de las ilusiones son ahora su armadura y la espada que esgrime para salvarse a sí mismo de despertar. Pues antes de que pueda despertar, estaría primeramente forzado a traer a la memoria el primer sueño una vez más.
No es Dios Quien le pide a él un precio, sino que habiendo corrido un velo sobre la Verdad, debe él ahora dejar que el velo se retire para que se pueda ver su falta de sustancia. Nadie dudaría en abandonar un sueño de sobresalto y terror, decaimiento despiadado y repugnante contorsión, con la desesperación siempre a la vista y la muerte no lejos detrás, si creyera que no es más que un sueño. Sin embargo, si piensa que debe primero pasar todavía a través de un terror mayor, verá esperanza en lo que parece ahora un sueño “mejor”. Y ahora busca para encontrar dentro de su sueño qué regalos puede contener.
¿Qué puedes conseguir entre sus sombras? ¿Quién puede salvarte ahora dándote el amor que has arrojado? ¿Qué puedes aprender a hacer para volverte tú mismo un maestro sobre los otros? ¿Qué hay que sea tu regalo especial en el sueño? Encuentra esos y no despiertes del sueño, porque pueden darte lo que piensas que careces. Pero si despiertas, todos sus regalos se irán, tu armadura y tu espada desaparecerán, y los buitres, dando siempre vueltas por encima, te reclamarán finalmente como su legítima presa.
!Oh¡ criaturas del Padre que olvidasteis, no habéis puesto vuestros ídolos en Su sitio, ni le habéis hecho a Él dar los regalos de miedo que hicisteis. Dejadme ser el Salvador de las ilusiones. La Verdad puede estar escondida para vosotros por sueños malignos, pero es sólo de los sueños de lo que tenéis necesidad de salvaros.
La Verdad está todavía intacta de vuestros engaños. Sin embargo no podéis pasar ese primer sueño sin la mano de un Salvador en la vuestra. Cada regalo de miedo os retrasará, a menos que me dejéis quitarlo de vuestra mente, al mostraros que no es más que un sueño dentro de un sueño más grande de desesperanza en el que no hay esperanza. No cojáis sus regalos, porque ellos os condenan a un infierno duradero que permanecerá cuando toda la aparente alegría que los regalos aparentan dar haya pasado.
No seas tentado. No caigas en las sombras y en un sueño más profundo en el que despertar parece ser el sueño. Ayúdame a darte la salvación. Compartamos la fuerza de Cristo y contemplemos el sueño en el que empezaron las ilusiones, y que sirve para conservar su lugar de nacimiento secreto y aparte de la iluminación de la Verdad.
Ven a mí.
No hay necesidad de soñar una escapatoria del sueño.
Fallará. Pues si el sueño fuera real, la escapatoria sería imposible y no habría esperanza excepto en las ilusiones. No cedas a esto. No es así. Pues yo no soy un sueño que viene a burlarse. La salvación necesita tu ayuda tanto como la mía. No te olvides de que no respondes sólo por ti mismo.
Mi llamamiento a ti es que ofrezcas ayuda a todos los sueños que el Hijo de Dios imagina, desde el tiempo en que al primer sueño se le concedió falsa realidad, hasta que todo soñar acaba para siempre. ¿Podría un regalo ser más santo que esto? ¿Y podría ser más aguda o más apremiante la necesidad en un mundo de sueños? Ayúdame en esto, y ni un regalo que el mundo pueda intentar conceder, ni ninguna ilusión mantenida contra la verdad, podrá atarte por más tiempo.
El tiempo no podrá tener ninguna influencia en ti, ni ninguna de las leyes de la Tierra podrá tener poder sobre ti. Tus manos curarán y darán los regalos de Dios que aceptas de mí. ¡Qué dichoso y qué santo es nuestro camino cuando la muerte no tiene dominio y el sueño de la separación, la agonía y la pérdida se han disipado por siempre!
No pienses que ninguna cosa que los regalos del miedo ofrecen merece un instante de duda, cuando la puerta del Cielo se muestra ante ti y el Cristo de Dios está esperando tu regreso. Aquiétate y escúchale a Él, pues Su llamada a ti no podría ser más insistente ni más querida, pues no es sino la llamada del Amor Mismo, Que no cesará de hablarte de Dios.
Has olvidado, pero Él todavía es fiel, porque es tan parecido a Su Padre que Le recuerda por siempre en Su Amor. Y Él no puede olvidar que la creación es inseparable del Creador, así Él entiende que tú Eres parte de Dios y del Hijo creado como Él Mismo.
¡Cuán querido eres para Él!, una parte de Cristo en Quien todo regalo de Dios es por siempre depositado, sin el cual Él es incompleto, Él que es compleción de Su Padre. ¿Puede un sueño destruir una verdad tan santa y tan pura que abarca toda verdad y no deja nada más allá de sí misma?
¿Puedes traicionar un amor tan perfecto que sus regalos se vuelven unidad, y este único regalo es todo lo que hay para dar y recibir?
¡Oh! ven y permite que la creación sea de nuevo todo lo que siempre fue y aún será por siempre jamás. Deja que al sueño del tiempo le sea dado su designado final, y permite al Hijo de Dios tener misericordia de sí mismo.
Hay un silencio que cubre el mundo, que fue un sueño antiguo, de hace tanto tiempo, que nadie lo recuerda ahora. Su tiempo ha acabado, y en el pequeño espacio que parecía poseer no hay nada. El sueño ha concluido, y todos sus sueños de regalos han desaparecido también. El primer sueño ha sido visto y comprendido como una mera ilusión del miedo en el que el mundo estaba basado.
Más allá del sueño, alcanzándolo todo, abarcándolo todo, la creación y el Creador todavía permanecen en perfecta armonía y perfecto Amor. Esto se encuentra más allá de la puerta ante la que nos encontramos. ¿Y permaneceremos esperando en un sueño?
Tu santidad es mía, y lo mío es de Dios. Aquí está Su regalo, completo y no profanado. Es Él mismo Quien da, y esto es lo que es la Verdad en ti. ¡Qué hermoso eres tú que estás a mi lado en la puerta, y llamas conmigo para que todo el mundo pueda venir y apartarse del tiempo! Extiende tu mano para tocar la Eternidad y desaparece en su perfecto descanso. Aquí está la paz que Dios tenía destinada para el Hijo que ama. Entra conmigo y permite que su quietud cubra la Tierra para siempre. Ya está hecho. Padre, Tu Voz nos ha llamado a ir a casa por fin: el sueño se ha ido. Despierta, Mi niño, en Amor.
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