Lección 29
Lección 29: Dios está en todo lo que veo.
Quizás conozcas algunas obras de arte en las que ciertas figuras se las representa con una aureola en la cabeza. Esta lección, así como la lección anterior, nos recuerda que esa luz se encuentra en todo lo que vemos, no sólo en la cabeza de algunos santos: Todas las formas comparten el propósito del Universo. Ahora la lección es más clara: lo que comparte el propósito del Universo (todo lo que percibes) comparte el propósito de Dios.
"Dios está en todo lo que veo" significa, entonces, que en todo lo que veo está el propósito de Dios y el propósito de Dios (del Espíritu Santo como Su Voz) es que pases por alto las ilusiones, que no las hagas reales y que en su lugar mires todo con amor, con aprecio y con una mentalidad abierta para que puedas reconocer tu Divinidad. Se trata de que aceptes el propósito de Dios.
"El propósito del Espíritu Santo no es desvanecer la realidad. Si la culpa fuera real, la Expiación no existiría. El propósito de la Expiación es desvanecer las ilusiones, no considerarlas reales y luego perdonarlas. El Espíritu Santo no conserva ilusiones en tu mente a fin de atemorizarte ni te las enseña con miedo para mostrarte de lo que te ha salvado. Eso de lo que te ha salvado ha desaparecido. No le otorgues realidad a la culpa ni veas razón alguna que la justifique. El Espíritu Santo hace lo que Dios quiere que haga, y eso es lo que siempre ha hecho. Ha visto la separación, pero sólo conoce la unión." UCDM
Cuando reconoces la Verdad en vez de las ilusiones, las ilusiones se transforman en la Verdad, dejan de pretender ser lo que no son, dejan de pretender ser enfermedad, miedo, ira, muerte, dolor, etc para mostrar la belleza y perfección de Dios, del Amor. La paz vuelve a ti y con ella tu confianza se afianza.
Habrás oído hablar, o ya conoces, las gafas de realidad virtual, son (como las define Google) "gafas que ocupan el campo de visión del usuario de modo que no tiene percepción del entorno que lo rodea, permitiendo así la completa inmersión de éste en una realidad virtual, ya que solo percibirá las imágenes creadas por ordenador y reproducidas sobre la pantalla." Pues bien, para que lo entiendas, es como si llevaras puestas en todo momento esas gafas, el "ordenador y la pantalla" es tu mente, con ellas ves un mundo que parece muy real, un mundo donde reina el dolor, el sufrimiento y la muerte. ¿Pero realmente crees que Dios quiere eso para su Hijo?¿Realmente crees que esa es la realidad de Dios?
La Realidad de Dios es todo aquello que muestre el brillo del Amor: es perfección, es alegría, es paz, al creer en el ego niegas tu verdadera Realidad, pero puedes elegir de nuevo, puedes elegir creer en lo que en verdad Eres recordándote que Dios está en todo lo que ves y que tú eres parte de Él.
Si sabes Quién Eres, simplemente disfrutas de la experiencia virtual pero no la crees, no le das valor, porque sabes que la Verdad es otra. Si no lo sabes y crees ser un personaje virtual más, estarás limitado a lo que tú consideras es verdad (enfermedad, hambre, dolor, sufrimiento, muerte, etc.) Al no recordar tu Origen, creerás que puedes sufrir y morir, reiniciando una y otra vez el juego, hasta que una voz, suavemente, te diga que no eres quien crees ser y la creas.
Estas gafas no son de "quita y pon" y la única manera de que esas gafas dejen de hacer su labor de mostrarte un mundo virtual donde todo parece real es cambiando tu manera de pensar. Nunca te has separado ¡Dios está en todo lo que ves! Tú estás unido a Dios, todo está unido a Dios. A medida que tu manera de pensar se unifique este mundo virtual se transformará en un mundo que sí disfrutas, en el que sí eres feliz. En ese mundo aprenderás a ver la luz que tú Eres, hasta que, un día, el mundo virtual desaparezca y sólo quede lo que tú Eres.
"Trata hoy, pues, de comenzar a aprender a mirar a todas las cosas con amor, con aprecio y con una mentalidad abierta. Ahora mismo no las ves. ¿Cómo podrías saber lo que en ellas se encierra? Nada es como a ti te parece que es. Su santo Propósito está más allá de tu limitado alcance. Cuando la visión te haya mostrado la santidad que ilumina al mundo, entenderás la idea de hoy perfectamente. Y no entenderás cómo pudo jamás haberte resultado difícil." UCDM
"Donde Dios está, allí estás tú. Ésa es la verdad. Nada puede convertir el Conocimiento que Dios te dio en falta de conocimiento. Todo lo que Dios creó conoce a su Creador. Pues así es como el Creador y Sus Creaciones crean la Creación. En el santo lugar de encuentro el Padre y Sus Creaciones están unidos, y junto con Ellos lo están también las creaciones de Su Hijo. Hay un solo eslabón que los une a todos y los mantiene en la unidad desde la cual tiene lugar la Creación. El eslabón a través del cual el Padre se une a quienes Él da el poder de crear jamás puede ser destruido. El Cielo en sí es la unión de toda la Creación Consigo Misma y con Su único Creador. Y el Cielo sigue siendo lo que la Voluntad de Dios dispone para ti." UCDM
Nuestro pequeño consejo, resultado de nuestra experiencia:
Toma el libro de texto y ábrelo al azar, o si lo tienes en PDF, desliza el ratón por el cursor al azar. Allá donde se detenga, eso es lo que el Espíritu Santo/Jesús te aconseja poner atención. Aunque quizás no te lo parezca, te ayudará en la práctica de la lección de hoy. ¡Disfruta!
La idea de hoy explica por qué puedes ver propósito en todo. Explica por qué nada está separado, por sí mismo o en sí mismo. También explica por qué nada de lo que ves tiene significado alguno. De hecho, explica cada una de las ideas que hemos usado hasta ahora, y también todas las subsiguientes. La idea de hoy es el pilar de la visión.
Es probable que a estas alturas te resulte muy difícil entender la idea de hoy. Puede que creas que es tonta, irreverente, insensata, graciosa e incluso censurable. Ciertamente Dios no está en una silla tal como tú la ves. No obstante, ayer subrayamos que una simple mesa comparte el propósito del universo. Y lo que comparte el propósito del universo comparte el propósito de su Creador.
Trata hoy, pues, de comenzar a aprender a mirar a todas las cosas con amor, con aprecio y con una mentalidad abierta. Ahora mismo no las ves. ¿Cómo podrías saber lo que en ellas se encierra? Nada es como a ti te parece que es. Su santo propósito está más allá de tu limitado alcance. Cuando la visión te haya mostrado la santidad que ilumina al mundo, entenderás la idea de hoy perfectamente. Y no entenderás cómo pudo jamás haberte resultado difícil.
Nuestras seis sesiones de práctica, de dos minutos cada una, deben seguir la norma habitual: comienza repitiendo la idea en tu interior y luego aplícala a aquellos objetos seleccionados al azar que estén a tu alrededor, nombrando específicamente cada uno de ellos. Trata de evitar la tendencia a dirigir la selección, que, en el caso de la idea de hoy, puede ser una gran tentación debido a su naturaleza totalmente extraña. Recuerda que cualquier orden que tú intentes imponer le es igualmente extraño a la realidad.
Debes, por lo tanto, evitar al máximo ser tú mismo quien dirige la selección de objetos. Una lista adecuada podría incluir, por ejemplo:
Dios está en este perchero.
Dios está en esta revista.
Dios está en este dedo.
Dios está en esta lámpara.
Dios está en ese cuerpo.
Dios está en esa puerta.
Dios está en esa papelera.
Además de repetir la idea de hoy durante las sesiones de práctica asignadas, repítela como mínimo una vez por hora, mirando lentamente a tu alrededor mientras repites las palabras para tus adentros sin prisa. Por lo menos una o dos veces deberías experimentar una sensación de sosiego mientras haces esto.
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El vídeo que puedes ver aquí abajo, contiene la lección de hoy comentada por Ken Wapnick. Este material es de una gran ayuda pero es más fácil de seguir si tienes una cierta familiaridad con los conceptos básicos del curso.

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