Lección 11








"La única manera de desvanecer las ilusiones es retirando de ellas todo el valor que les has atribuido. Al hacer eso dejan de tener vida para ti porque las has expulsado de tu mente. Mientras sigas incluyéndolas en tu mente estarás infundiéndoles vida. Mas no hay nada en ellas que pueda recibir tu regalo." UCDM

"El don de vida es tuyo para que lo des, ya que fue algo que se te dio. No eres consciente de él porque no lo das. No puedes hacer que lo que no es nada tenga vida, puesto que es imposible darle vida a lo que no es nada. Por lo tanto, no estás extendiendo el don que a la vez tienes y eres y, consecuentemente, no puedes conocer tu propio Ser." UCDM

Tus pensamientos que no significan nada, porque sólo piensas en el pasado, un pasado que ya terminó, te muestran un mundo que no significa nada, porque sólo proyectas las imágenes de ese pasado ilusorio para así poder mantener tu creencia en que este mundo es real, pero sólo ves ilusiones o, lo que es lo mismo, nada de lo que ves está realmente ahí, solo lo parece. Estás experimentando tu propio sueño, lo que tú has decidido experimentar de ese sueño, no hay nada “externo” a ti que haya decidido nada, todo lo que experimentas sucede en tu mente. De lo que se trata es de soltar ese sueño sin significado para poder experimentar lo que sí es real, pero para experimentarlo tienes que recordar, en primer lugar, Quién en verdad Eres porque sólo puedes ver lo que crees ser.

Tú crees que este mundo fue creado por algo externo a ti porque no recuerdas que es parte de tu mente, es tu sueño, y en tu sueño, como todo sueño que tienes por la noche, hay partes que son reales, solo que, al ser un sueño, es como un puzzle desordenado, muy pocas piezas están en su sitio, has mezclado de tal manera lo real con lo ilusorio que sólo ves ilusiones. Ves un mundo de separación y has dejado de ver lo real que aún se halla en tu sueño.

No ves lo real porque tu mirada se queda tan solo en las apariencias, en lo “externo”. En lo que quieres creer que está ahí y no en lo que en verdad está ahí. Se trata de aprender a ver de otra manera, aprendes a ver lo que en verdad Eres y, como ya se ha dicho varias veces, la visión depende de pensar con el Maestro correcto. Con Su ayuda aprenderás a pensar correctamente. Dejarás de dar valor a un mundo sin significado para dar valor a lo que sí lo tiene y eso es lo que verás,  un mundo real, porque habrás aprendido a mantener tu mente con pensamientos que tendrán siempre un mismo significado.

El mundo piensa al revés de como debería pensar. Para el mundo lo que sucede en el exterior es la causa de lo que sucede en el interior porque el ego, lo que crees ser, necesita creer que es algún otro la causa de todos tus problemas. Con la lección de hoy empiezas a cambiar la manera de pensar del mundo porque tu manera de pensar empieza a ser diferente. Empiezas a darte cuenta de que, simplemente, estabas equivocado y deseas que se corrija tu error.

Si alguien te ataca no es porque ese alguien haya decidido hacerlo sino porque tú has elegido pensar que ese alguien puede atacarte y lastimarte. Has elegido el sueño de dolor y sufrimiento del ego, necesitas a un culpable para poder sentir que lo que estás experimentando es por causa suya y no tuya, y lo necesitas, porque así te reafirmas a ti mismo que sí existe la separación, que tu sueño sí es real. Pero te equivocas. Todo sucede en tu mente.

La causa de todo lo “externo” siempre eres tú porque no hay nada “externo” a ti. Esto es la llave del perdón, nunca lo olvides. Si eres tú el soñador del sueño, entonces, no hay nada separado de ti. ¿Cómo sentirse ofendido cuando eres tú el soñador de tu propio sueño? Sería como ofenderse con un espejo, uno se ofende con el reflejo de un espejo únicamente cuando cree que lo que está viendo no es él mismo, cuando cree que lo que hace su reflejo no lo ha decidido él. Pero cuando sabes que eres tú quien decide y no te gusta lo que ves en tu reflejo, simplemente eliges de nuevo (eliges el sueño del Espíritu Santo/Jesús, eliges pensar con Él) para poder ver en tu reflejo lo que sí deseas ver.

El perdón reconoce que sí estás viendo tu reflejo por lo que pasas por alto toda ofensa. Cambias tu manera de pensar acerca de lo que percibes porque deseas verte como en verdad Eres, y al cambiar tu manera de pensar, tu reflejo te muestra lo que en verdad Eres.

Cada sesión de práctica con esta lección te demostrará que realmente te habías tomado este mundo demasiado en serio y que ahora puedes aflojar tu nudo y vivir la vida más pacíficamente.

Nuestro pequeño consejo, resultado de nuestra experiencia:
Toma el libro de texto y ábrelo al azar, o si lo tienes en PDF, desliza el ratón por el cursor al azar. Allá donde se detenga, eso es lo que el Espíritu Santo/Jesús te aconseja poner atención. Aunque quizás no te lo parezca, te ayudará en la práctica de la lección de hoy. ¡Disfruta!



De todas las ideas que hemos presentado hasta ahora, ésta es la primera que está relacionada con una de las fases principales del proceso de corrección: la inversión de la manera de pensar del mundo. Parece como si fuese el mundo el que determina lo que percibes. La idea de hoy introduce el concepto de que son tus pensamientos los que determinan el mundo que ves. Alégrate en verdad de practicar la idea en su forma original, pues en esta idea reside la certeza de tu liberación. La llave del perdón se encuentra en ella.

Las sesiones de práctica con la idea de hoy deben llevarse a cabo de forma ligeramente distinta de las anteriores. Comienza con los ojos cerrados y repite la idea lentamente para tus adentros. Abre luego los ojos y mira a tu alrededor, así como a lo que está cerca, a lo que está lejos y a lo que está encima o debajo de ti. Mira por todas partes. Durante el minuto más o menos a emplear usando la idea, simplemente repítela en silencio y asegúrate de hacerlo sin prisa y sin ninguna sensación de urgencia o esfuerzo.

Para derivar el máximo beneficio de estos ejercicios, los ojos deben pasar de una cosa a otra con cierta rapidez, ya que no deben detenerse en nada en particular. Las palabras, en cambio, deben usarse pausada, e incluso, relajadamente. La introducción a esta idea, en particular, debe practicarse de la manera más casual que puedas. Contiene los cimientos de la paz, de la relajación y de la ausencia de preocupación que estamos tratando de lograr. Al final de los ejercicios, cierra los ojos y repite lentamente la idea para tus adentros una vez más.

Tres sesiones de práctica probablemente serán suficientes hoy. No obstante, si no sientes ningún desasosiego o si éste es muy ligero, y te sientes inclinado a ello, puedes hacer hasta cinco. Más de eso no es recomendable.








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Texto de Un Curso de Milagros