Lección 15
Pensar que piensas es soñar, es fabricar imágenes. Es creer que puedes pensar separado de Dios, es creer que tienes una mente separada de la de Él, es tener pensamientos sin Amor. Son pensamientos que no significan nada porque no son reales. Piensas que estás pensando el mundo, y por eso piensas que lo ves, pero solo lo estás soñando. Piensas que estás pensando en ti como cuerpo y por eso piensas que eres un cuerpo, pero solo sueñas que lo eres. Piensas que tienes ojos que pueden ver y por eso piensas que ves, pero es solo un sueño. Realmente no estás pensando. Sólo fabricas imágenes y a esas imágenes les confieres realidad.
Tus verdaderos pensamientos son Amor, pero cuando sueñas, los apartas, dejas de lado la Verdad por las ilusiones. Por ese motivo este mundo no es real, por ese motivo esos pensamientos que piensas que piensas no significan nada. Todo lo que crees ver son tus pensamientos en forma de imágenes que tú mismo has fabricado (inventado). Crees que son tus ojos los que los ven pero es tu mente la que observa sus propias ilusiones, sus propias proyecciones, y luego cree que deben ser reales y al creerlo, deja de ver su verdadera realidad.
Este curso te enseña a elegir los sueños de perdón del Espíritu Santo/Jesús. El mundo real. Confía en que existe una manera sencilla de despertar del sueño y recordar tu verdadera Identidad. Hoy sólo hazte consciente de que todo lo que percibes proviene de lo que estás pensando, surge de tu mente-ego y no de tu mente-Superior.
Tu mente-ego proyecta lo que estás pensando en imágenes para mantener el engaño de la separación. Entonces, sólo te fijas en esas imágenes y no en la “pared” que hay tras ellas. Eliges creer que las imágenes que percibes son la realidad y no ves nada más.
Tu mente-Superior no es otra mente sino otra elección, es elegir pensar con el Amor perfecto, tus verdaderos pensamientos. Cuando piensas con Él estás despertando tu visión espiritual, que te va a ayudar a recordar Quién en verdad Eres. Entonces, no miras las imágenes, porque no les das valor, sino que miras la “pared” y esta “pared” no es sólida, es Espíritu, es Luz. Eres tú.
No sabes Quién Eres, y se te anima a que apartes las falsas ideas de lo que crees ser para que puedas recordar tu verdadera Identidad.
El objetivo es que confíes plenamente en el Amor porque, entonces, dejarás de oscilar entre pensar con el ego o pensar con el Amor, entre ver ilusiones o ver la Realidad de Dios. Soltarás tu apego a tu visión física por tu verdadera visión.
Aprende a observar lo que estás pensando, sobre todo cuando lo que ves en el mundo te altera de alguna manera, porque, entonces, con seguridad, esos pensamientos no son los de un Hijo de Dios. Recuerda que Dios te creó perfecto, y tu perfección no está en el mundo físico sino en lo que en verdad Eres. Puedes elegir de nuevo, puedes elegir pensar como piensa un Hijo de Dios. El ego sólo hace que valores tu individualidad como si ésta fuera lo único importante, pero valorar tu individualidad es creer en tu pequeñez y no en tu grandeza. Es como si un águila creyera ser un gorrión.
Si has elegido creer que eres un gorrión y no un águila es porque cada vez que ves las imágenes separadas de ti sientes miedo y culpa porque recuerdas (inconscientemente) que pecaste contra Dios y mejor te quedas en tu pequeñez para que Él no te vea y “cargue contra ti”, mejor sigues proyectando esas imágenes que fabricas para demostrarle que son ellas las culpables y no tú, para que Dios las castigue a ellas y no a ti. La culpa que ves afuera en realidad la sientes en tu interior, es por eso que necesitas proyectarla y verla en otros, para no sentirla en ti, lo que no recuerdas es que no hay un “afuera”, por lo que ese sentimiento permanece siempre en ti y, cada vez que se “despierta”, proyectas. Es por eso que mantienes tu mundo ilusorio, y la idea de tu pequeñez.
La única manera de soltar esa idea de estar separado de Dios es dejando de creer en la culpabilidad de las imágenes que proyectas, porque al hacerlo, dejarás de creer en tu propia culpabilidad y podrás aceptar que nunca te separaste de Dios. No ver culpabilidad en las imágenes que proyectas es tu verdadera función (perdonar lo que no es real) y, para ello, necesitas dejar de pensar con el ego para poder ver lo que realmente hay ahí en vez de las ilusiones, porque sólo así estarás más que dispuesto a pasar por alto las ilusiones. Mientras proyectes tus pensamientos esas imágenes taparán la verdadera Realidad a la que perteneces, cuando aprendas (recuerdes) a pensar con el Amor dejarás de proyectar y podrás ver con tu verdadera visión.
La práctica de esta lección te ayudará a no tomarte tan en serio tu vida, no hay nada externo a ti, todo lo que te parece ver “afuera” tú lo has fabricado, no es real. ¡Eres el soñador del sueño! y como tal, puedes elegir cambiar de sueño, puedes elegir pensar de otra manera y poder así experimentar un sueño pacífico y amoroso.
"¿Cómo iba a ser posible conservar algunos sueños y despertar de otros? La elección no es entre qué sueños conservar, sino sólo si quieres vivir en sueños o despertar de ellos. De ahí que el milagro no excluya de su benéfica influencia algunos sueños. No puedes quedarte con algunos de ellos y despertar de otros, pues o bien estás dormido o bien despierto. Y soñar tiene que ver únicamente con una de estas dos posibilidades." UCDM
"Acepta el sueño que Él te dio en lugar del tuyo. No es difícil cambiar un sueño una vez que se ha identificado al soñador. Descansa en el Espíritu Santo y permite que Sus dulces sueños reemplacen a los que soñaste aterrorizado, temiéndole a la muerte." UCDM
"Los dulces sueños que el Espíritu Santo ofrece son diferentes de los del mundo, donde lo único que uno puede hacer es soñar que está despierto. Los sueños que el perdón le permite percibir a la mente no inducen a otra forma de sueño a fin de que el soñador pueda soñar otro sueño. Sus sueños felices son los heraldos de que la verdad ha alboreado en su mente. Te conducen del sueño a un dulce despertar, de modo que todos los sueños se desvanecen. Y así, sanan por toda la eternidad." UCDM
"Los sueños de perdón son medios para dejar de soñar con un mundo externo a ti. Y conducen finalmente más allá de todo sueño a la paz de la vida eterna." UCDM
Nuestro pequeño consejo resultado de nuestra experiencia:
Toma el libro de texto y ábrelo al azar, o si lo tienes en PDF, desliza el ratón por el cursor al azar. Allá donde se detenga, eso es lo que el Espíritu Santo/Jesús te aconseja poner atención. Aunque quizás no te lo parezca, te ayudará en la práctica de la lección de hoy. ¡Disfruta!
No reconoces que los pensamientos que piensas que piensas no son nada debido a que aparecen como imágenes. Piensas que los piensas, y por eso piensas que los ves. Así es como se forjó tu "manera de ver". Ésta es la función que le has atribuido a los ojos del cuerpo. Eso no es ver. Eso es fabricar imágenes, lo cual ocupa el lugar de la visión, y la reemplaza con ilusiones.
Esta idea introductoria al proceso de fabricar imágenes que tú llamas ver, seguramente no tendrá mucho significado para ti al principio. Comenzarás a entenderla cuando hayas visto pequeños bordes de luz alrededor de los mismos objetos que ahora te resultan familiares. Ése es el comienzo de la verdadera visión. Puedes estar seguro de que ésta no tardará en llegar una vez que eso haya ocurrido.
A medida que avancemos, tal vez experimentes muchos "episodios de luz". Estos pueden manifestarse de muchas maneras distintas, algunas de ellas bastante inesperadas. No tengas miedo de ellos. Son la señal de que por fin estás abriendo los ojos. No seguirán ocurriendo, pues simbolizan meramente la percepción verdadera y no guardan relación alguna con el conocimiento. Estos ejercicios no han de revelarte el conocimiento, pero allanarán el camino que conduce a él.
Al practicar con la idea de hoy, repítela primero para tus adentros, y luego aplícala a cualquier cosa que veas a tu alrededor, usando el nombre del objeto en cuestión y dejando descansar tu mirada sobre él mientras dices:
Esta (e) ___ es una imagen que yo mismo he fabricado.
Ese(a) ___ es una imagen que yo mismo he fabricado.
No es necesario incluir un gran número de objetos específicos al aplicar la idea de hoy. Pero sí es necesario que continúes mirando cada objeto mientras repites la idea para tus adentros. La idea debe repetirse muy lentamente en cada caso.
Si bien es obvio que no podrás aplicar la idea a un gran número de objetos durante el minuto más o menos de práctica que se recomienda, trata de seleccionarlos tan al azar como sea posible. Si te empiezas a sentir incómodo, menos de un minuto será suficiente. No lleves a cabo más de tres sesiones de práctica con la idea de hoy a no ser que te sientas completamente a gusto con ella, pero no hagas más de cuatro. Puedes, no obstante, aplicar la idea durante el transcurso del día según lo dicte la necesidad.



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