Lección 20










Has aprendido de las anteriores lecciones que no puedes ver con los ojos del cuerpo, porque ver con los ojos del cuerpo es pensar con el ego, crees que lo que ves está separado de ti, y eso no es posible por lo que solo ves ilusiones. El ego sólo está proyectando imágenes ilusorias, a las que le da su propio significado, en vez de lo que no quiere ver (el Amor de Dios).

Si ves con la visión de Cristo estás pensando con el Amor, con el Espíritu Santo/Jesús, lo que significa que todo está unido a ti, podríamos decir que ves con el corazón, con esa parte de ti que se sabe unida a Todo. Solo ves perfección porque te fijas en el contenido y no en las apariencias. No tratas de saber lo que estás viendo, no tratas de darle un significado a nada, sino que simplemente aceptas que todo es parte de ti.

“Deseas la salvación. Deseas ser feliz. Deseas la paz. No lo has logrado todavía porque tu mente no tiene ninguna disciplina, y no puedes distinguir entre la dicha y el pesar, el placer y el dolor, o el amor y el miedo. Ahora estás aprendiendo a diferenciar unos de otros. Y grande en verdad será tu recompensa cuando lo logres.”

Sólo hay dos emociones, Amor perfecto y miedo. Aprende a diferenciarlos. El miedo adopta múltiples formas a las que les has dado un significado distinto (tristeza, dolor, ansiedad, placer, amor, alegría, odio, etc.) todas abarcan una pequeñísima parte del Todo por lo que son efímeras y, por tanto, ilusorias. El Amor perfecto es dicha perfecta porque lo abarca TODO y es eterno porque el Todo no tiene fin. 

Cuando el Amor perfecto se adentra en tu corazón el ego deja de tener poder sobre ti,  y se adentra en tu corazón cuando tú realmente lo deseas. Entonces ves con la visión de Cristo. Por lo tanto, desear el Amor perfecto es otra manera de decir que estás decidido a ver. Estás decidido a ver con el Amor y no con el miedo.

"...cada vez que repites la idea, estás afirmando que estás decidido a cambiar tu estado actual por uno mejor, por uno que realmente deseas." UCDM

"El poder de decidir es la única libertad que te queda como prisionero de este mundo. Puedes decidir ver el mundo correctamente. Lo que hiciste de él no es su realidad, pues su realidad es sólo la que tú le confieres. No puedes realmente darle a nada ni a nadie nada que no sea amor, ni tampoco puedes realmente recibir de ellos nada que no sea amor." UCDM

"Tienes miedo de mí porque miraste dentro de ti y lo que viste te dio miedo. Pero lo que viste no pudo haber sido la realidad, pues la realidad de tu mente es lo más bello de todas las Creaciones de Dios. Y puesto que procede únicamente de Dios, su poder y grandeza sólo habrían podido brindarte paz, si realmente la hubieses contemplado. Si tienes miedo es porque viste algo que no estaba allí." UCDM

"A través de los ojos de Cristo, sólo el mundo real existe y es lo único que se puede ver. Tu decisión determinará lo que veas. Y lo que veas dará testimonio de tu decisión. " UCDM

"Cuando mires dentro de ti y me veas, será porque habrás decidido manifestar la Verdad. Y al manifestarla la verás tanto fuera como dentro. La verás afuera porque primero la viste dentro. Todo lo que ves afuera es el juicio de lo que viste dentro. Si es tu propio juicio, será erróneo, pues tu función no es juzgar. Si es el juicio del Espíritu Santo será correcto, pues Su función es juzgar. Compartes Su función sólo cuando juzgas tal como Él lo hace, sin juzgar nada por tu cuenta. Juzgarás contra ti mismo pero Él juzgará a tu favor. Recuerda, pues, que cada vez que miras fuera de ti y no reaccionas favorablemente ante lo que ves, te has juzgado a ti mismo como indigno y te has condenado a muerte. La pena de muerte es la meta final del ego porque está convencido de que eres un criminal que merece la muerte, tal como Dios sabe que eres merecedor de la vida. " UCDM

"Todo lo que se contempla a través de la visión es sano y santo. Nada que se perciba sin ella tiene significado. Y donde no hay significado, hay caos. " UCDM

"Dios tiene un solo Hijo, y él es la resurrección y la vida. Su voluntad se hace porque se le ha dado pleno poder en el Cielo y en la tierra. Con tu decisión de querer ver, se te da la visión." UCDM




Nuestro pequeño consejo, resultado de nuestra experiencia:
Toma el libro de texto y ábrelo al azar, o si lo tienes en PDF, desliza el ratón por el cursor al azar. Allá donde se detenga, eso es lo que el Espíritu Santo/Jesús te aconseja poner atención. Aunque quizás no te lo parezca, te ayudará en la práctica de la lección de hoy. ¡Disfruta!


Hemos tenido hasta ahora una actitud bastante relajada con respecto a nuestras sesiones de práctica. Apenas hemos tratado de dirigir el momento en que debes llevarlas a cabo; el esfuerzo requerido por tu parte ha sido mínimo, y ni siquiera se te ha pedido que cooperes o que te intereses activamente en ellas. Este enfoque ha sido intencional, y ha sido planeado muy cuidadosamente. No hemos perdido de vista lo importante que es invertir completamente tu manera de pensar. La salvación del mundo depende de ello. Mas no podrás ver si te sientes coaccionado, o si te abandonas al resentimiento y a la oposición.

Ésta es la primera vez que intentamos establecer cierta estructura. No interpretes esto erróneamente como un intento de querer ejercer presión o fuerza. Deseas la salvación. Deseas ser feliz. Deseas la paz. No lo has logrado todavía porque tu mente no tiene ninguna disciplina, y no puedes distinguir entre la dicha y el pesar, el placer y el dolor, o el amor y el miedo. Ahora estás aprendiendo a diferenciar unos de otros. Y grande en verdad será tu recompensa cuando lo logres.

Tu decisión de querer ver es todo lo que requiere la visión. Lo que quieres se te concede. No cometas el error de creer que el pequeño esfuerzo que se te pide es una indicación de que nuestro objetivo es de poco valor. ¿Cómo iba a ser la salvación del mundo un propósito trivial? ¿Y cómo podría salvarse el mundo si no te salvas tú? Dios tiene un solo Hijo, y él es la resurrección y la vida. Su voluntad se hace porque se le ha dado pleno poder en el Cielo y en la tierra. Con tu decisión de querer ver, se te da la visión.

Los ejercicios de hoy consisten en que te recuerdes a ti mismo lo largo del día que quieres ver. La idea de hoy implica tácitamente también el reconocimiento de que ahora no ves. Por lo tanto, cada vez que repites la idea, estás afirmando que estás decidido a cambiar tu estado actual por uno mejor, por uno que realmente deseas.

Repite la idea de hoy lentamente y a conciencia por lo menos dos veces por hora, y trata de hacerlo cada media hora. No te desanimes si se te olvida hacerlo, pero esfuérzate al máximo por acordarte. Las repeticiones adicionales deben aplicarse a cualquier situación, persona o acontecimiento que te perturbe. Puedes verlos de otra manera, y los verás. Verás lo que desees ver. Ésta es la verdadera ley de causa y efecto tal como opera en el mundo.








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Texto de Un Curso de Milagros