Lección 20
Lección 20: Estoy decidido a ver.
Deseas la paz, pero no la experimentas porque tu mente-ego es como un mar embravecido, en el que no puedes ver el fondo porque todo está turbio, necesitas tener la mente en calma para que todo se vuelva transparente y puedas ver con claridad.
Estás siempre reaccionando ante las imágenes que tu mente-ego proyecta, reaccionas porque crees que lo que ves es causa y que tú eres efecto, en realidad causa y efecto son lo mismo porque sólo hay una mente, sólo hay un único Ser pero, erradamente, crees que lo que percibes no eres tú, que lo que ves tiene su propia mente y que, por lo tanto, puede pensar y hacer algo que tú no deseas. Estás siempre a la defensiva porque crees que existen mentes privadas. No puedes distinguir entre lo que te puede hacer feliz y lo que no porque no ves realmente, sueñas que ves pero únicamente percibes tus propios pensamientos en imágenes, tus propios pensamientos que has rechazado proyectándolos en la pantalla de tu mente para luego volver a rechazarlos diciéndote que esas formas que ves no son tú. Eso no es ver.
Sólo existe el Amor porque sólo existe una sola mente, tu mente, la mente del Hijo de Dios unida a la Mente de Dios. Ver de verdad es ver solo Amor, es reconocer una sola mente. Es aceptar todo como parte de ti. Solo el Amor es real, lo que no es Amor es una ilusión y lo que ve una mente-ego es ilusiones porque se ha separado del Amor. Lo que ve una mente-ego es miedo.
Estar decidido a ver es desear el Amor en vez del miedo porque, cuando deseas Amor, aceptas la Unidad en vez de la separación. No sólo aceptas todo lo que percibes sino que le permites al Amor ayudarte a re-interpretar cada uno de tus pensamientos para que, en vez de rechazarlos, los aceptes como parte de ti. Es una declaración de que realmente deseas ver el mundo real en vez de ilusiones. Realmente deseas ver el Amor en vez del miedo. Realmente deseas recordar que Eres el Hijo de Dios.
El miedo es todo aquello que no es Amor, y una vez lo identificas dejas de darle poder a lo que no es verdad y en su lugar das valor a lo que en verdad lo tiene. El Amor no tiene nada que ver con lo que aparenta ser cada forma, el Amor es contenido, es la Esencia de todo lo que percibes, es por eso que si rechazas aunque sea una sola cosa percibida estás negando tu verdadera esencia.
Negar tu esencia es negar lo que Eres, es separarte del Amor, es no ver la Verdad sino ilusiones y tú quieres ver y, por eso, tu visión se despliega, no quieres olvidar que el Amor ES TODO, no quieres olvidar que no hay nada separado del Amor, no quieres olvidar que allá donde mires allí está tu Ser porque has dejado de dar valor a pensamientos que traten de negar lo que en verdad Eres. Ahora sólo valoras lo que sí es real y, gracias a ello, experimentas la paz.
"¿Cómo puedes enseñarle a alguien el valor de algo que él mismo ha desechado deliberadamente? Tiene que haberlo desechado porque no le atribuyó ningún valor. Lo único que puedes hacer es mostrarle cuánta infelicidad le causa su ausencia e írselo acercando lentamente para que pueda ver cómo mengua su infortunio según se le aproxima. Esto le enseña a asociar su infelicidad con la ausencia de lo que desechó y lo opuesto a la infelicidad con su Presencia. Comenzará a desearlo gradualmente a medida que cambie de parecer con respecto a su valor. Te estoy enseñando a que asocies la infelicidad con el ego y la felicidad con el Espíritu. Tú te has enseñado a ti mismo lo contrario. Sigues siendo libre de elegir, mas a la vista de las recompensas de Dios, ¿puedes realmente desear las recompensas del ego?"
"El Espíritu Santo te dirigirá sólo a fin de evitarte dolor. Obviamente nadie se opondría a este objetivo si lo reconociera. Mas el problema no estriba en si lo que el Espíritu Santo dice es verdad o no, sino en si quieres o no escucharle. No puedes reconocer lo que es doloroso, de la misma manera en que tampoco sabes lo que es dichoso y, de hecho, eres muy propenso a confundir ambas cosas. La función primordial del Espíritu Santo es enseñarte a distinguir entre una y otra. Lo que a ti te hace dichoso le causa dolor al ego; mientras tengas dudas con respecto a lo que eres, seguirás confundiendo la dicha con el dolor. Esta confusión es la causa del concepto de sacrificio. Obedece al Espíritu Santo y estarás renunciando al ego. Pero no estarás sacrificando nada. Al contrario, estarás ganándolo todo. Si creyeses esto, no tendrías conflictos." UCDM
"Su Voz te enseñará a distinguir entre el dolor y la dicha y te librará de la confusión a la que has dado lugar. No hay confusión alguna en la mente de un Hijo de Dios cuya voluntad es la Voluntad del Padre, toda vez que la Voluntad del Padre es Su Hijo." UCDM
"Tú que te identificas con el ego no puedes creer que Dios te ame. No amas lo que hiciste y lo que hiciste no te ama a ti. El ego, que fue engendrado como resultado de tu negación del Padre, no le guarda lealtad a su hacedor. No puedes ni imaginarte la relación real que existe entre Dios y Sus Creaciones debido al odio que le tienes al ser que fabricaste. Proyectas sobre el ego tu decisión de estar separado, y esto entra en conflicto con el amor que, por ser su hacedor, sientes por él. No hay amor en este mundo que esté exento de esta ambivalencia, y puesto que ningún ego ha experimentado amor sin ambivalencia, el Amor es un concepto que está más allá de su entendimiento. El Amor aflorará de inmediato en cualquier mente que de verdad lo desee, pero tiene que desearlo de verdad. Esto quiere decir desearlo sin ninguna ambivalencia, y esta forma de desear está completamente desprovista de la “compulsión de obtener” del ego. " UCDM
"Lo que desees para ti es lo que manifestarás, y lo aceptarás del mundo porque al desearlo lo ubicaste en él. Cuando crees que estás proyectando lo que no deseas, es porque todavía lo deseas. Esto conduce directamente a la disociación, puesto que representa la aceptación de dos objetivos, cada uno de los cuales se percibe en un lugar diferente y separado del otro porque hiciste que fueran diferentes. La mente ve entonces un mundo dividido fuera de sí misma, pero no dentro de ella. Esto le da una ilusión de integridad y le permite creer que está yendo en pos de un solo objetivo. Sin embargo, mientras sigas percibiendo un mundo dividido, no habrás sanado. Pues haber sanado es ir en pos de un solo objetivo, al haber aceptado sólo uno y no desear más que uno solo. Cuando lo único que desees sea Amor no verás nada más." UCDM
"Tienes miedo de mí porque miraste dentro de ti y lo que viste te dio miedo. Pero lo que viste no pudo haber sido la realidad, pues la realidad de tu mente es lo más bello de todas las Creaciones de Dios. Y puesto que procede únicamente de Dios, su poder y grandeza sólo habrían podido brindarte paz, si realmente la hubieses contemplado. Si tienes miedo es porque viste algo que no estaba allí." UCDM
"A través de los ojos de Cristo, sólo el mundo real existe y es lo único que se puede ver. Tu decisión determinará lo que veas. Y lo que veas dará testimonio de tu decisión. " UCDM
"Cuando mires dentro de ti y me veas, será porque habrás decidido manifestar la Verdad. Y al manifestarla la verás tanto fuera como dentro. La verás afuera porque primero la viste dentro. Todo lo que ves afuera es el juicio de lo que viste dentro. Si es tu propio juicio, será erróneo, pues tu función no es juzgar. Si es el juicio del Espíritu Santo será correcto, pues Su función es juzgar. Compartes Su función sólo cuando juzgas tal como Él lo hace, sin juzgar nada por tu cuenta. Juzgarás contra ti mismo pero Él juzgará a tu favor. Recuerda, pues, que cada vez que miras fuera de ti y no reaccionas favorablemente ante lo que ves, te has juzgado a ti mismo como indigno y te has condenado a muerte. La pena de muerte es la meta final del ego porque está convencido de que eres un criminal que merece la muerte, tal como Dios sabe que eres merecedor de la vida. " UCDM
"Todo lo que se contempla a través de la visión es sano y santo. Nada que se perciba sin ella tiene significado. Y donde no hay significado, hay caos. " UCDM
"Dios tiene un solo Hijo, y él es la resurrección y la vida. Su voluntad se hace porque se le ha dado pleno poder en el Cielo y en la tierra. Con tu decisión de querer ver, se te da la visión." UCDM
Nuestro pequeño consejo, resultado de nuestra experiencia:
Toma el libro de texto y ábrelo al azar, o si lo tienes en PDF, desliza el ratón por el cursor al azar. Allá donde se detenga, eso es lo que el Espíritu Santo/Jesús te aconseja poner atención. Aunque quizás no te lo parezca, te ayudará en la práctica de la lección de hoy. ¡Disfruta!
Hemos tenido hasta ahora una actitud bastante relajada con respecto a nuestras sesiones de práctica. Apenas hemos tratado de dirigir el momento en que debes llevarlas a cabo; el esfuerzo requerido por tu parte ha sido mínimo, y ni siquiera se te ha pedido que cooperes o que te intereses activamente en ellas. Este enfoque ha sido intencional, y ha sido planeado muy cuidadosamente. No hemos perdido de vista lo importante que es invertir completamente tu manera de pensar. La salvación del mundo depende de ello. Mas no podrás ver si te sientes coaccionado, o si te abandonas al resentimiento y a la oposición.
Ésta es la primera vez que intentamos establecer cierta estructura. No interpretes esto erróneamente como un intento de querer ejercer presión o fuerza. Deseas la salvación. Deseas ser feliz. Deseas la paz. No lo has logrado todavía porque tu mente no tiene ninguna disciplina, y no puedes distinguir entre la dicha y el pesar, el placer y el dolor, o el amor y el miedo. Ahora estás aprendiendo a diferenciar unos de otros. Y grande en verdad será tu recompensa cuando lo logres.
Tu decisión de querer ver es todo lo que requiere la visión. Lo que quieres se te concede. No cometas el error de creer que el pequeño esfuerzo que se te pide es una indicación de que nuestro objetivo es de poco valor. ¿Cómo iba a ser la salvación del mundo un propósito trivial? ¿Y cómo podría salvarse el mundo si no te salvas tú? Dios tiene un solo Hijo, y él es la resurrección y la vida. Su voluntad se hace porque se le ha dado pleno poder en el Cielo y en la tierra. Con tu decisión de querer ver, se te da la visión.
Los ejercicios de hoy consisten en que te recuerdes a ti mismo lo largo del día que quieres ver. La idea de hoy implica tácitamente también el reconocimiento de que ahora no ves. Por lo tanto, cada vez que repites la idea, estás afirmando que estás decidido a cambiar tu estado actual por uno mejor, por uno que realmente deseas.
Repite la idea de hoy lentamente y a conciencia por lo menos dos veces por hora, y trata de hacerlo cada media hora. No te desanimes si se te olvida hacerlo, pero esfuérzate al máximo por acordarte. Las repeticiones adicionales deben aplicarse a cualquier situación, persona o acontecimiento que te perturbe. Puedes verlos de otra manera, y los verás. Verás lo que desees ver. Ésta es la verdadera ley de causa y efecto tal como opera en el mundo.



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