Lección 7








 

Lección 7: Sólo veo el pasado.

Hubo un instante en tu mente en el que el Hijo de Dios soñó ser un ser separado de Dios, del Amor. Duró un instante, porque el Amor le hizo ver su error, pero una parte de tu mente no ha soltado aún esa idea, se aferra a ella recurriendo a ese sueño de separación para luego proyectarlo en el presente, en forma de imágenes mentales, dejando de ver el presente para ver sólo el pasado. 

Es por eso que nada de lo que ves tiene significado, tomas los recuerdos de ese pasado ilusorio y los llevas al presente, dándoles el significado que tú decides tienen para ti, pero eso no quiere decir que ahora signifiquen algo, sino que te engañas al creer que es así. Es por eso que no entiendes nada de lo que ves, porque todo se basa en tu propia interpretación de lo que ves, y tu interpretación cambia, nunca es la misma porque tus recuerdos varían, y si nunca es la misma, no puedes entender nada de lo que ves. Es por eso que tus pensamientos no significan nada. Todo es ilusorio. Todo es tu sueño, el sueño de separación que hace mucho terminó pero al que te aferras, para no reconocer que estás equivocado, que no eres quien crees ser.

Te disgustas por algo que no está realmente ahí, tú lo has puesto ahí. A cada momento construyes tu presente proyectando las imágenes que tú quieres de ese pasado ilusorio y viéndolas como si fueran tu ahora. Pero no lo es. Es por eso que nunca estás disgustado por la razón que crees, te disgustas porque das valor a lo que no son más que ilusiones de tu propia mente.

Resumiendo, el tiempo no es como crees que es, el ego afirma que hay un presente, un pasado y un futuro, pero todo lo que dice el ego es engañoso. El ego ha construido un tiempo lineal recurriendo al pasado, al sueño de separación. Inventa su presente y su futuro de ese pasado ilusorio y nunca ve el ahora, el tiempo real, o más bien, el no-tiempo. Es por eso que todo lo que ves sabes de antemano qué es, porque recurres a tu pasado para darle un significado.

Hoy simplemente observa el mundo de otra manera, en vez de creer que sólo ves el presente reconoce más bien que sólo estás viendo el pasado. Aún no recuerdas el aquí y ahora pero con la ayuda del Espíritu Santo lo recordarás. Estás cambiando tus viejas ideas acerca del tiempo por otras nuevas, estás preparándote para soltar el pasado.

"El pasado que tú recuerdas jamás tuvo lugar, y no representa sino la negación de lo que siempre ha sido." UCDM

"El perdón es lo que nos libera totalmente del tiempo y lo que nos permite aprender que el pasado ya pasó". UCDM

Nuestro pequeño consejo, resultado de nuestra experiencia:
Toma el libro de texto y ábrelo al azar, o si lo tienes en PDF, desliza el ratón por el cursor al azar. Allá donde se detenga, eso es lo que el Espíritu Santo/Jesús te aconseja poner atención. Aunque quizás no te lo parezca, te ayudará en la práctica de la lección de hoy. ¡Disfruta!


Esta idea resulta muy difícil de creer al principio. Sin embargo, es la razón fundamental de todas las anteriores. Es la razón por la que nada de lo que ves significa nada. Es la razón por la que le has dado a todo lo que ves todo el significado que tiene para ti. Es la razón por la que no entiendes nada de lo que ves. Es la razón por la que tus pensamientos no significan nada y por lo que son como las cosas que ves. Es la razón por la que nunca estás disgustado por la razón que crees. Es la razón por la que estás disgustado porque ves algo que no está ahí.

Cambiar las viejas ideas que se tienen acerca del tiempo es muy difícil porque todo lo que crees está arraigado en el tiempo, y depende de que no aprendas estas nuevas ideas acerca de él. Sin embargo, ésa es precisamente la razón por la que necesitas nuevas ideas acerca del tiempo. Esta primera idea acerca del tiempo no es realmente tan extraña como pueda parecer en un principio.

Observa una taza, por ejemplo. ¿Estás realmente viendo la taza, o simplemente revisando tus experiencias previas de haber levantado una taza, de haber tenido sed, de haber bebido de ella, de haber sentido su borde rozar tus labios, de haber desayunado, y así sucesivamente? ¿Y no están acaso tus reacciones estéticas con respecto a la taza basadas asimismo en experiencias pasadas? ¿De qué otra manera sino sabrías que esa clase de taza se rompe si la dejas caer? ¿Qué sabes acerca de esa taza sino lo que aprendiste en el pasado? No tendrías idea de lo que es si no fuera por ese aprendizaje previo. ¿Estás, entonces, viéndola realmente?

Mira a tu alrededor. Esto se aplica igualmente a cualquier cosa que veas. Reconoce esto al aplicar la idea de hoy indistintamente a cualquier cosa que te llame la atención. Por ejemplo:

Sólo veo el pasado en este lápiz.
Sólo veo el pasado en este zapato.
Sólo veo el pasado en esta mano.
Sólo veo el pasado en ese cuerpo.
Sólo veo el pasado en esa cara.

No te detengas en ninguna cosa en particular, pero recuerda no omitir nada específicamente. Mira brevemente cada objeto, y luego pasa al siguiente. Tres o cuatro sesiones de práctica, cada una de un minuto más o menos de duración, bastarán.

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El vídeo que puedes ver aquí abajo, contiene la lección de hoy comentada por Ken Wapnick.  Este material es de una gran ayuda pero es más fácil de seguir si tienes una cierta familiaridad con los conceptos básicos del curso.








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Texto de Un Curso de Milagros