Lección 8
Lección 8: Mi mente está absorbida con pensamientos del pasado.
Sólo ves el pasado porque no dejas de pensar en él. Traes a cada momento el pasado a tu presente y, al hacerlo, pones un "velo" sobre el eterno presente, la Eternidad de Dios, una eternidad sin tiempo, para creer en un mundo ilusorio, el mundo del ego, el mundo del tiempo lineal, del tiempo ilusorio.
Como decíamos en la anterior lección, cada vez que eliges creer ser un ser separado, un "yo", eliges lo conocido. Lo conocido es tu sueño, el sueño del ego, que tú crees es tu pasado, tus recuerdos, que luego llevas a tu "presente" o a tu "futuro" imaginario. Eliges rememorarlos una y otra vez proyectando esos pensamientos en imágenes, porque te dan seguridad, te hacen sentir que existes, que eres el "yo" que crees ser, no te das cuenta de que sólo sientes culpa y miedo, y eso hace que prefieras mantenerte en tu ensoñación, prefieres poner un "velo" entre la Verdad y tú, porque no crees merecer nada mejor, prefieres mantener tu mente absorbida con pensamientos del pasado. Pero el Espíritu Santo te dice que estás completamente equivocado, nunca te separaste, nunca hiciste eso que crees que hiciste o te hicieron, sólo estás soñando.
Sólo cuando despiertas del sueño, sólo cuando eres consciente de que estás despierto, piensas. Mientras duermes crees pensar pero solo sueñas. Así, la única manera de saber que estás despierto es elevando tu conciencia al momento presente, donde eres consciente de Quién en verdad Eres, donde declaras Yo Soy, y sólo cuando eres consciente de Quién en verdad Eres, piensas, piensas como el Ser que en verdad Eres. Puedes seguir soñando estando despierto, a esto se le suele llamar sueño lúcido: miras el sueño desde una conciencia más elevada, o como lo expresa Jesús en el Curso, miras el sueño por encima del campo de batalla.
El objetivo es estar en el sueño pero siendo consciente de que no eres tu sueño, porque sólo estando despierto, sólo estando en el momento presente, puedes no identificarte con los personajes de tu sueño sino con el Ser que en verdad Eres y elegir cambiar tu sueño cada vez que tu paz se altere.
Cuando tu mente está absorbida con pensamientos del pasado te es imposible reconocer que no eres el personaje que crees ser, ni de que lo que ves no son los personajes que crees que son. Estás metido de lleno en tu propio sueño y crees que es muy real. Entonces el drama del mundo te consume.
Estás dentro del campo de batalla y en el campo de batalla hay dolor, sufrimiento y muerte, por lo tanto, mientras decidas mantener llena tu mente de pensamientos del pasado, mientras elijas creer que eso que estás pensando es verdad, seguirás soñando el sueño del ego.
Sólo cuando estés listo para soltar esos pensamientos, recurriendo a la Guía del Espíritu Santo, elegirás elevar tu conciencia al momento presente, al Yo Soy; despertar de tu propia ilusión para empezar a dejar de dar valor (perdonar) lo que no es real y soñar así el sueño del Espíritu Santo. Es decir, el sueño del ego será transformado en el sueño del Espíritu Santo. Sólo identificándote con el Ser que en verdad Eres, viviendo como el Ser que en verdad Eres, soltarás toda ilusión de separación.
En la Biblia (Génesis 19) la mujer de Lot se convirtió en una estatua de sal (pasó del estado espiritual al estado material) al mirar hacia atrás (al pasado). No hizo caso a las recomendaciones de los ángeles de Dios, eligió el pasado porque creía en él, y se equivocó. Ahora se te está diciendo lo mismo a ti, tienes la opción de mirar con fe hacia adelante, lo que aparenta ser desconocido, pero que te liberará, o bien tienes la opción de seguir mirando hacia atrás, hacia lo conocido, y permanecer creyendo ser un cuerpo, encarcelado en tu propia prisión.
“Has elegido estar en el tiempo en vez de en la Eternidad, y, por consiguiente, crees estar en el tiempo. Sin embargo, tu elección es a la vez libre y modificable. No te corresponde estar en el tiempo. Te corresponde estar únicamente en la eternidad, donde Dios Mismo te ubicó para siempre.” Ucdm
“Cuando dije: "Yo he venido como una luz al mundo", lo que quise decir fue que vine a compartir la luz contigo. Recuerda mi referencia al espejo tenebroso del ego, y recuerda también que dije: "No mires ahí". Todavía sigue siendo cierto que es a ti a quien le corresponde decidir dónde has de buscar para encontrarte a ti mismo.” Ucdm
Nuestro pequeño consejo, resultado de nuestra experiencia:
Toma el libro de texto y ábrelo al azar, o si lo tienes en PDF, desliza el ratón por el cursor al azar. Allá donde se detenga, eso es lo que el Espíritu Santo/Jesús te aconseja poner atención. Aunque quizás no te lo parezca, te ayudará en la práctica de la lección de hoy. ¡Disfruta!
Esta idea es, obviamente, la razón de que veas únicamente el pasado. En realidad nadie ve nada. Lo único que ve son sus propios pensamientos proyectados afuera. El hecho de que la mente esté absorbida con el pasado es la causa del concepto erróneo acerca del tiempo de que adolece tu visión. Tu mente no puede captar el presente, que es el único tiempo que hay. Por consiguiente, no puede entender el tiempo, y, de hecho, no puede entender nada.
El único pensamiento completamente verdadero que se puede tener acerca del pasado es que no está aquí. Pensar acerca del pasado, por lo tanto, es pensar en ilusiones. Muy pocos se han dado cuenta de lo que realmente supone visualizar el pasado o prever el futuro. De hecho, la mente está en blanco al hacer eso, ya que en realidad no está pensando en nada.
El propósito de los ejercicios de hoy es comenzar a entrenar a tu mente a reconocer cuando no está realmente pensando en absoluto. Mientras tu mente siga absorbida con ideas sin contenido, la verdad permanecerá bloqueada. Reconocer que tu mente ha estado simplemente en blanco, en vez de seguir creyendo que está llena de ideas reales, es el primer paso en el proceso de allanar el camino a la visión.
Los ejercicios de hoy deben hacerse con los ojos cerrados. Ello es así porque en realidad no puedes ver nada, y es más fácil reconocer que por muy vívidamente que puedas visualizar un pensamiento, no estás viendo nada. Con el mayor desapego que puedas, escudriña tu mente durante el habitual minuto más o menos, notando simplemente los pensamientos que allí encuentres. Nombra cada uno por la figura central que contenga, y luego pasa al siguiente. Da inicio a la sesión de práctica diciendo:
Parece que estoy pensando en ___.
Luego describe detalladamente cada uno de tus pensamientos, por ejemplo:
Parece que estoy pensando en [nombre de la persona], en [nombre del objeto], en [nombre de la emoción],
y así sucesivamente, concluyendo al final del período de búsqueda mental con:
Pero mi mente está absorbida con pensamientos del pasado.
Esto puede hacerse cuatro o cinco veces en el transcurso del día, a menos que te resulte irritante. Si te resulta difícil, tres o cuatro veces es suficiente. Tal vez te ayude, no obstante, incluir la irritación, o cualquier emoción que la idea de hoy pueda suscitar, en la búsqueda mental en sí.



LECTURA RELACIONADA
Comentarios
Publicar un comentario
¡Hola! Muchas gracias por comentar. Te responderemos lo más pronto posible.